domingo, 10 de marzo de 2013

mirad lo que me hace hacer la profesora de plástica estros son unos ejemplos.









ola a todos y a todas os dejo un cuento que lo ha escrito mi amiga maría beltran catalán y os dejo la pagina para que lo comentéis .



Yo no puedo, ¡yo sí puedo!


           Érase una vez una clase que se impartía al aire libre, en un circuito cerrado donde había parque, selva, acantilados y un entorno parecido a la Antártida, con hielo y agua alrededor. Había en ella cinco estudiantes: un guepardo, una jirafa, una cigüeña y dos pingüinos. Sus nombres eran Gerardo, Jimena, Cinta, Pin y Quino respectivamente. Tenían una profesora llamada Niebla, que era una nube sonriente y muy entusiasta, y durante el curso le propuso a sus alumnos y alumnas una serie de pruebas que consistirían: la primera, en recorrer un sendero del parque; la segunda, coger una flor situada en la rama de un alto árbol de la selva; la tercera, cruzar un acantilado situado muy cerca de otro; y la cuarta, pescar en las aguas  situadas alrededor y bajo el hielo que simulaba la Antártida.

            La primera prueba le resultó muy sencilla a Gerardo, el guepardo, quien corrió llegando así en primer lugar a la meta acordada por la profesora. La jirafa imitó a su compañero, aunque alcanzó el final en segundo lugar. En tercera posición quedó la cigüeña que utilizó sus alas para volar sobre el camino. Pero... ¿qué pasó con los dos pingüinos? Pin no corrió porque, según decía, él no valía para ese tipo de ejercicios y tampoco le hacía falta llevarlo a cabo para ganarse la vida. Quino, por su parte, aunque tenía las patas cortas y el sendero no era muy fácil, participó llegando en cuarto lugar a la meta.

            La segunda prueba fue culminada en primer lugar por Jimena, la jirafa, quien utilizó su largo cuello para coger la flor del árbol. Cinta, la cigüeña, voló hasta alcanzar la flor empatando con Gerardo, el guepardo, que trepó hasta llegar a la rama donde estaba la flor. Pero... ¿qué pasó con los dos pingüinos? Pin dijo que con sus alas no podía volar como la cigüeña ni trepar como el guepardo, así que no hizo nada. Quino, sin embargo, le pidió ayuda a la jirafa, que le ayudó a alcanzar la flor.

            La tercera prueba la superó en primer lugar Cinta, la cigüeña, pues desplegó sus alas y voló al otro lado sin ninguna dificultad. Gerardo tuvo un poco de miedo, pero finalmente saltó y llegó también al otro acantilado. Jimena, viendo que no podía volar ni saltar como sus compañeros, golpeó con fuerza un árbol de fuerte y largo tronco que cayó convirtiéndose en un puente que unía los dos lados. Jimena cruzó y llegó en tercer lugar. Pin, por su parte, miró hacia abajo y dijo que él no haría semejante barbaridad de arriesgar su vida en un tronco. Quino, que le escuchó, le propuso buscar un camino alternativo aunque fuese más largo, pero Pin se negó y Quino optó por cruzar a través del tronco que había utilizado su compañera, llegando así en cuarto lugar.

            La cuarta prueba fue donde Quino pudo lucirse, siendo un gran nadador y pescador, fue el primero en llevarle un pez a la profesora. Jimena y Gerardo se miraron y pensaron juntos en alguna solución, concluyendo que podían trabajar en equipo. Así, Gerardo hizo un agujero circular en el hielo con sus afiladas uñas en el que Jimena pudo introducir velozmente su cabeza para conseguir un pez. Sin embargo, la pareja fue la tercera, porque la cigüeña alcanzó el segundo lugar al sobrevolar a ras del agua y pescar con su pico un buen ejemplar para la profesora. Pin, sin embargo, no hizo nada. Su cuerpo era idóneo para aquella actividad, pero se había acostumbrado a creer que no podía, a decir que no quería, a concebirse incapaz y, por consiguiente, a no intentarlo siquiera.


            Nosotras, las personas, somos como esos animales. Con menor o mayor dificultad llegamos a las metas que entendemos como alcanzables por nuestra capacidad y voluntad; sin embargo, también corremos el peligro de que el miedo a equivocarnos, a fracasar, a decepcionarnos, a no cumplir con nuestras propias exigencias y expectativas, consiga convencernos de que no podemos, convirtiéndonos entonces en incapaces escondidos bajo un “yo no quiero”. 

María Beltrán Catalán (Lady Luna)
























me encanta sus canciones aqui os de jo algunas que me encante.
caramelo,solamente tu , donde esta el amor,vuelve con migo,miedo,tanto, algunas masque no recuerdo.




domingo, 17 de febrero de 2013

ola a todos y a todas
Este blog es para cuando me conecte y poner fotos , escrivir cosas que me gusten y intentar qu8e os guste a todos y a todas vosotras.
adios